La Masculinidad No Es Tóxica

En la "batalla cultural" de hoy, parece que la masculinidad misma está bajo ataque. Nos dicen que es "tóxica", pero confunden el concepto. El término "masculinidad tóxica" se acuñó cuando la verdadera masculinidad (fuerza, liderazgo, protección) era la norma. Hoy, es un término usado para minimizarla.

La masculinidad real no es debilidad ni emocionalidad descontrolada (ese es el lado femenino en un hombre). Tampoco es llevar la competitividad o la agresión al extremo; eso es simplemente estar desequilibrado.

La verdadera masculinidad es ser un hombre poderoso, capaz, protector y procreador. Es ser el centro y el pilar.

Sin embargo, hoy en día, cualquier acto de desarrollo propio o de liderazgo es etiquetado como "tóxico".

El Eje del Hombre: Liderazgo y Límites

Ser hombre en este mundo requiere definir tu eje de género y asumir las responsabilidades que conlleva.

Ser Líder Conlleva Responsabilidad: Liderar no es opcional, es tu deber. Y sí, conlleva una carga. Tienes que liderar, no obedecer. Te dirán que eres "malo" por querer guiar, pero en el fondo, te amarán por ser ese hombre que toma el timón.
Marcar Límites es Autonomía: Hoy, marcar un límite claro te tacha de "machista". Pero esto no tiene que ver con controlar a nadie más; es un ejercicio de autonomía. Se trata de ti, de decidir qué aceptas y en qué tipo de relación no quieres participar.
El Sacrificio del Guerrero: Los hombres estamos diseñados para el sacrificio, pero ¡ojo! No es lo mismo sacrificarte siendo el peón que sacrificarte siendo el rey. El sacrificio de un guerrero que lidera y protege, vale.
Presencia en el Hogar: La fórmula clásica puede ser "el papá provee, la mamá educa", pero esto no te exime. Debes ser un padre presente y activo con tus hijos.

El Peligro de Agradar: La Muerte del Hombre

Vivimos condicionados a querer agradar. Pero por agradar, dejas de ser hombre, pierdes tu centro y terminas siendo "asqueroso" y exiliado del respeto.

"No por tener pito tienes que ser una verga": Esta es para los "aliades". La masculinidad no te la da tu biología, te la tienes que ganar.
La Consecuencia de No Liderar: Hay una frase que resuena: "Me gusta tener poder, pero no me gustan los hombres sobre los que tengo poder". Cuando dejas de liderar, dejas de gustar.
El Destino del Perdedor vs. El Ganador: A los ganadores les toca una buena mujer. A los perdedores, a los que se rinden y buscan agradar, les toca lo que sobra.

El Llamado a la Acción: Abraza lo que Eres

No te vendas con tal de ser aceptado. No te minimices, no le bajes el volumen a tu esencia, no te calles. Naciste hombre, abrázalo.

¿Quieres que los demás te respeten? Respétate tú primero.

Deja de mirar lo que hacen los demás y pregúntate dónde está tu seguridad, pon tu atención en el aquí y el ahora. Ve los resultados de los hombres que admiras. ¿Tú quieres eso?

Entonces, deja de quejarte de la "batalla cultural" y aprovecha este tiempo para construirte:

Haz Músculos.
Haz Billetes.
Haz Compás.

Cuando estés orgulloso de ser el hombre que eres, cuando estés bien contigo mismo y dejes de buscar validación, las morras (y el respeto) llegan solitas.

Recuerda siempre: El ganador es simplemente un perdedor que nunca se rindió.

Referencia: https://music.youtube.com/watch?v=10Rpdef1dSc&si=BHy_V-fFQysbqUoD